El Cuento del Ancestro: Peregrinación al Amanecer de la Vida, Por Richard Dawkins Inspire article

Traducción de Antonio Gallego. Hay una forma natural de contar un cuento: comenzar por el principio y terminar por el final. Las biografías estándar, por ejemplo, empiezan con los antepasados - los abuelos, en muchos casos - y terminan con la muerte del protagonista.

Así está claro el final; pero el comienzo tiene en teoría el problema de determinar el antepasado del que se quiere hablar; después de todo, una persona tiene cuatro abuelos y 2n+2  n-ta…tarabuelos. Una técnica elegante para evitar la avalancha de antepasados aparece en la Biblia; en ella, Lucas, el biógrafo de Jesús, nos relata la genealogía de su biografiado empezando en Jesús y terminando en Adán. Como hombre de su tiempo, Lucas habla sólo de los padres, convirtiendo así una genealogía bi-parental, inmanejable por crecer exponencialmente, en una sencilla genealogía uni-parental.

Al revés que los individuos humanos, dos especies animales o de plantas derivan generalmente de una única especie ancestral. Las especies biológicas forman pues, de modo natural, genealogías uni-parentales. En su último libro, El Cuento del Ancestro: Peregrinación al Amanecer de la Vida, el biólogo de Oxford Richard Dawkins aprovecha eso para explicarnos la evolución en un estilo popular, pero con riqueza de detalles, comenzando por el final y viajando hacia atrás en el tiempo hasta el nacimiento de la vida.

Hoy, la inversión de la flecha del tiempo cuenta con una fuerte tradición entre los biólogos de la evolución. Si partimos de, digamos, tres copias del gen de una alfa-hemoglobina humana y miramos hacia atrás en el tiempo, llegaremos a un punto en el que dos de los tres genes se originan a partir de un gen ancestral común. En ese punto se funden dos de los linajes de alfa-hemoglobina. Tal fusión se conoce también como suceso coalescente; y así, la correspondiente teoría se denomina teoría coalescente. Retrocediendo un poco más en el tiempo, alcanzamos el punto en que los restantes últimos dos linajes se funden en otro suceso coalescente. El resultado representa el antecesor común más reciente de los genes. Y es de fundamental importancia para la evolución, porque cualquier mutación ocurrida con anterioridad habrá afectado a todos los genes por igual y por ello será invisible en la copia actual de los genes.

En consecuencia, no sería de ninguna utilidad continuar la historia de una muestra de genes más allá de su más reciente común antecesor. Como tampoco tendría sentido hablar de la historia de la vida más allá del último común antecesor de todas las criaturas vivas de hoy día. Así, igual que en las biografías, el final de la historia está claro; mientras que el comienzo, no tanto; la razón es que la evolución tiene tantos finales como especies existentes hay. Naturalmente, nosotros estamos interesados sobre todo en nosotros mismos; y ahí es donde Dawkins inicia su magnífica exposición.

Yendo hacia atrás en el tiempo, nuestro linaje recorre otras 39 ramas del árbol de la vida. Estas incluyen, entre otras, las de simios, monos, roedores, marsupiales, pájaros, anfibios, peces, protostomas, esponjas, hongos, plantas, la Archea y, por último, la Eubacteria. En cada uno de estos «rendezvous», la nueva rama es explicada junto con una estimación de la época y una descripción de la biología de los recién incorporados peregrinos. El título del libro alude a los Cuentos de Canterbury, escritos por Chaucer en el siglo XIV y que relatan una peregrinación a esa ciudad inglesa. En el camino, el anfitrión anima a los peregrinos a que, para pasar el rato, cada uno cuente un cuento. En El Cuento del Antecesor, Dawkins hace el papel de anfitrión de los cada vez más numerosos organismos de esta peregrinación al pasado desde nuestros días. El verdadero encanto del libro reside en los cuentos que él pone en sus bocas, picos y probóscides.

Son lúcidos ensayos con los que el lector recorre las grandes ideas de la biología de la evolución. Por ejemplo, el cuento del gibón explica la reconstrucción de la filogénesis siguiendo la genealogía de 24 de las variantes, existentes en los manuscritos, de los Cuentos de Canterbury. El cuento del ratón discrepa de la popular identificación del genoma con algo así como un»proyecto» del organismo; y deja claro que es erróneo pensar en el genoma como en una descripción del organismo que lo hospeda. La lamprea cuenta un cuento sobre la duplicación de los genes en general y de la globulina en particular. Una idea a la que nos cuesta algo hacernos  es la de que la alfa-hemoglobina humana está mucho más cercana a la alfa-hemoglobina del chimpancé que a la beta-hemoglobina humana.

Naturalmente, el cuento del pavo real trata de la selección sexual y reta al lector a que reflexione en por qué somos simios desnudos (sin pelo) , que caminamos sobre dos patas y con cabezas que frecuentemente son demasiado grandes para nuestro propio bien. La mosca de la fruta alardea con gracia de sus célebres genes del desarrollo, los genes Hox. Descubiertos originalmente en la mosca de la fruta, después se han encontrado en casi todos los animales, incluidos los mamíferos. El cuento del gusano de seda trata de la expansión de casi todas las formas animales existentes durante la «Explosión del Cámbrico», hace unos 500 millones de años; que no fué tan explosiva, después de todo. En el epílogo a este cuento, Dawkins nos invita a una sucinta reflexión sobre la llamada hipótesis del reloj molecular, que postula que los genes acumulan mutaciones a un ritmo más o menos constante. Y la peregrinación continúa; hasta que finalmente se une la Eubacteria. Ahí el cuento corre a cargo de Thermus aquaticus, la bacteria que contiene una polimerasa del DNA conocida por los biólogos moleculares como polimerasa Taq. Esta enzima, termoestable, es la base de la técnica PCR (reacción en cadena por polimerasas), con la que cualquier región del genoma puede amplificarse millones de veces, facilitando así enormemente un amplia variedad de trabajos de ingeniería genética.

Hasta hace bastante poco, el enfoque de Lucas, de dar las genealogías hacia atrás, estaba confinado en gran medida al mundillo de los biólogos de la evolución. Al adoptarlo, Dawkins ha encontrado una nueva trama para la historia más antigua. Es esa originalidad, combinada con entretenidas y a la vez precisas descripciones de muchas de las mejores ideas de la biología contemporánea, lo que convierte en un placer la lectura de este libro.

Datos

Editorial: Orion Publishing Group
Año de publicación: 2004 (pasta dura) ó 2005 (rústica)
ISBN: 0297825038 (pasta dura) ó 0753819961 (rústica)


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